Nervios para coger el autobús que me dejaría directamente en el aeropuerto. Tranquilidad a la hora de entrar dentro. Comer una ensalada relajadamente. Hacer cola.
¿Algo que declarar? Si, que tiene los ojos más bonitos a este lado del Duero.
Y lo peor de todo, que tardaran siglos en ver que era el mismo tipo que en la foto del pasaporte (por mucho que digan que con el DNI vale dentro de la UE, es más cómodo el pasaporte, que para algo me lo hice). Y subir al avión... Bff! sensación ryanera, sin música debido a que soy de los que apagan el móvil al subir en avión.
Y allí estaba entonces, en lo alto del cielo, viendo la silueta de la isla verde. La caza del leprechaun (Oompa-Loompa) comenzaba...
Recomendación del día: tumbarse en la cama con Enya de fondo y encender el incienso que tanto me gusta.
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